Mujer cansada de que su perrita siempre se le escapara, decidió hacer este truco bastante curioso

Una mujer cansada de que su perrita se escapara por la reja del jardín, finalmente la vence utilizando un truco bastante curioso.

Lu-Seal, es una pequeña perrita chihuahua, que fue adoptada de un refugio de animales en Pittsburgh en Pensilvania.

Lu-Seal pesaba cerca de 16 libras, tenía sobrepeso y le impedía movilizarse normalmente. Pero a pesar de sus problemas, Julia decidió llevarse a la perrita a su casa, y desde que llegó comenzó una dieta que le permitió adelgazar.
Julia comento al The Dodo:
«La puse en una dieta, la acompañé tanto como pude y los kilos bajaron, tiene un peso saludable y está muy bien»
Ahora la perrita tiene siete años de edad y se encuentra muy saludable y activa.
Un día, Julia decidió instalar una nueva cerca en su jardín, pero la dulce perrita empezó a escaparse con gran facilidad por medio de las rejas.
«Nunca se me ocurrió que ella pasaría a través de las barras de la cerca cuando la escogí, pero tan pronto se instaló, quedó claro que sería un problema».
Desde entonces, la traviesa Lu-Seal suele escabullirse y escaparse a través de la cerca, sobre todo para visitar a su vecino Eddie, quien siempre le da unas golosinas.
Lu-Seal estaba decidida en atravesar la cerca las veces necesarias con tal de obtener sus golosinas, un problema que se convirtió en un desafío, para Julia.
Cansada de las tantas escapadas de su perrita decidió pedir ayuda a través de sus redes sociales de Instagram, donde una de las usuarias le recomendó una “cuchara de seguridad” en la espalda.
La mujer así lo hizo y obtuvo buenos resultados y sobre todo divertidos.
Julia agregó:
«Até la cuchara a su arnés con bridas de velcro y funcionó. Solo lo usamos como un recurso temporal».
Lu-Seal estaba tan empeñada en atravesar la cerca, que ni siquiera se dio cuenta que tenía una cuchara en su espalda, pero seguía intentándolo. Pero al final se dio por vencida.
Luego, la persona encargada de construir la cerca, instaló unas barras más pequeñas para evitar que la perrita escapara, poniendo punto final al problema.

Y el vecino ahora viene a visitar a la perrita, trayéndole sus dulces golosinas.