India enfrenta una invasión de vacas abandonadas que mueren de hambre en las calles

Cientos de vacas son abandonadas en las calles y caminos de la India, muriendo de hambre

En la India existe una tradición milenaria, en donde se respeta a las vacas, son consideradas como proveedoras de vida y símbolo de maternidad.
En Delhi Mumbai y en la mayoría de los centros urbanos las vacas deambulan por sus calles, ya que son abandonadas por sus dueños por los altos costos que les genera criarlos, además cuando alcanzan una edad adulta y ya no les sirven se deshacen de ellas.
En algunas culturas las vacas son usadas para sustentar la vida material a través de su leche, piel, carne y cuernos, pero en la India estos transitan libremente por las calles y es señal de respeto.

En la India hacerle daño a una vaca o consumir su carne no solo afrenta a la sociedad, sino que también es un delito.
A pesar del halo que envuelve a estos animales, la situación de las millones de vacas en India está fuera de control, con rumiantes abandonados a su suerte, que pastan famélicas entre basura hasta perder la vida.
A través de una campaña que hizo eco en los sectores más conservadores del país, el gobierno en turno prometió aferrarse a las tradiciones y endurecer las penas para quienes se atrevieran a maltratar o matar a una vaca.
Esto dio paso a una paradoja respecto a las millones de vacas del país: debido a los altos costos de manutención que implica tener un rebaño de estos animales, una vez que alcanzan una edad adulta y dejan de producir leche o fungir como animal de carga, los propietarios se deshacen de ellas a escondidas, dejándolas libres en medio de la carretera.

Como está prohibido aprovechar su carne, las vacas no tienen más remedio que vagar alimentándose de restos de comida, provocando un problema económico y de salud pública.
Los llamados no sólo hicieron eco en la legislación, también fueron respondidos por grupos extremistas religiosos, quienes en los últimos años han formado ‘patrullas de vacas’, que se encargan de cuidar de estos animales y no dudan en herir letalmente a quienes descubren maltratándolas o comerciando con ellas.
En los últimos años, el gobierno ha invertido en la creación de refugios para vacas que resultan insostenibles y han provocado molestia en los grupos que consideran que no se trata de un sector prioritario para atender.