Gatita de ojos tristes le roba el corazón a una pareja y aprende a amarlos

Esta es la historia de Mami, una gatita que fue hallada junto a sus dos hermanos y su madre en un contenedor de basura en una escuela secundaria del área de San Francisco.
Fue en pleno invierno, cuando la familia felina trataba de mantener el calor amontonándose unos contra otros. Una organización sin fines de lucro los rescató con la intención de darles la oportunidad de vivir en un nuevo hogar.

Mami era la más ansiosa. Tenía miedo y se asustaba cuando había gente cerca. Sinead Brooks y su esposo, de San Francisco, conocieron a la pequeña Mami a través de un amigo.
Fue amor a primera vista: «No teníamos pensado adoptar a un gatito en ese momento, pero no pudimos irnos sin ella», dijo Sinead.
Al principio, cuando la llevaron a casa, la gata se escondía detrás del inodoro y se negaba a salir cuando sus dueños estaban cerca.

Tardó varias semanas en sentirse cómoda y salir del baño, ¡pero finalmente lo hizo! Sinead tuvo mucha paciencia, pero con mucho cariño consiguió que la gata volviese a confiar en los humanos.
Sinead trabajaba en su casa, así que Mami se acostumbró mucho más e incluso aprendió a relajarse. Aprendió que no todos los humanos eran tan malos. Entonces un día, de la nada, empezó a acurrucarse con ellos.
«No sé de qué le hizo cambiar de forma tan repentina, pero se convirtió en una gata cariñosa con nosotros y con toda la gente que viene a visitarnos», comento el esposo de Sinead.

Después, la pareja llevó a casa a otro gatito, Morty. Se convirtió en un hermano para Mami y la ayudó a relajarse aún más.
Hoy en día, ambos llevan una vida de ensueño en casa de sus dueños: «Es un gato inquieto y enérgico, y le enseñó a Mami a comportarse como un verdadero gato. Ella vio que Morty dejaba que lo cogiésemos y que solía dormir en nuestros regazos, y entendió que era seguro hacerlo. Se llevan de maravilla y se acicalan el uno al otro todo el tiempo.».

«Crear lazos de confianza con Mami fue y será siempre un proceso continuo. Todavía hay días en que cosas como un simple estornudo la asustan y se esconde debajo de la cama», aseguró su dueña.